La realidad de la indigencia infantil
Mayo 18 de 2012
Santiago de Cali una sociedad que se encuentra en progreso con obras que
pretenden cambiar la cara de esta ciudad y mejorar el ambiente de sus
ciudadanos, obras que llevaran a Cali al desarrollo que desde hace algunos años
la ciudad necesita. Estas construcciones
se dan debido a que la mayoría del dinero es aportado por los caleños. Se espera que estas obras abran las
puertas al turismo, civismo y apropiación de la ciudad por medio de los
Caleños. Infortunadamente, han visto esto como una posible salida para que la
ciudad progrese, pero no han tenido en cuenta, lo que realmente aqueja a la
ciudad, pues constantemente Cali se encuentra con problemáticas que la hunden
como sociedad, situaciones que muchos ven todos los días como robos,
accidentes, intolerancia vial, casos de
violaciones, maltrato intrafamiliar, homicidios, discriminación racial, etc.
Son muchos los casos que como sociedad se tendrían que modificar, pero hay un caso especial, en el que muchos ignoran lo
que les pasa a estas personas. El caso
en el que es necesario enfatizar, es el de indigencia infantil, pues
constantemente se ven más pequeños en
las calles realizando diferentes labores y durmiendo en diferentes sectores.
Se considera que los niños indigentes son personas
menores de edad, que no cuentan con una
vivienda, alimentación, aseo, educación, seguridad y otras necesidades básicas
a la que recurre cualquier persona. A estos seres también se les conoce por el
nombre de “gamines”, “desechables”, “niños de la calle”, o cualquier otro
nombre que haga referencia a lo más marginado de la sociedad (GRANADOS Marcos F. Gamines. Introducción).
A pesar de que constantemente se encuentran a estas
personas deambulando las calles de Cali, la atención y preocupación que
muestran los caleños a esta situación es
nula, pues muchos de estos ciudadanos saben que estos niños viven en las calles
y que su calidad de vida es difícil, pero al profundizar en el tema, los
caleños ignoran la realidad de los niños indigentes y todo debido a que no van más
allá de lo que los caleños ven y
perciben.
La situación de estos niños tiene una connotación más
profunda, en la que influye los motivos por los cuales los niños se vinculan a
las calles, la cantidad de niños que entran a las calles y sus edades de
ingreso a la calle, y por último los riesgos a los que se exponen
constantemente y lo que hacen los niños para sobrevivir.
La vida de los niños como seres indigentes empieza
desde el preciso instante en que ellos por diferentes motivos abandonan sus domicilios
y es así como termina viviendo en las
calles sin recurso alguno para vivir dignamente, incentivando a que el niño
quede vulnerable y no logre defenderse de los peligros a los que se expone, empezando una vida larga
y tormentosa en las calles. Es entonces necesario enfatizar en las causas que
hicieron que estos niños abandonaran el hogar y las edades promedio en las que se encuentran niños con
indigencia.
Entre los motivos esta el maltrato infantil, pues
este se ve constantemente en las
familias, ya que en muchas ocasiones dicho maltrato puede ser
físico, verbal o psicológico. Este es el principal fundamento por el que la
mayoría de los niños decide abandonar sus casas, debido a que se aburren de la
situación y de la poca importancia, que creen, les da sus padres. Otro caso es
la pobreza, debido a los escasos recursos que se presentan en sus familias, los niños deciden abandonar
sus viviendas, con el objetivo de buscar
nuevas oportunidades o para dejar de ser una obligación mas para su familia; en diferentes ocasiones
la rebeldía de estos niños es la que hace que empiecen una vida en las vias de
la ciudad, todo por el simple deseo de “independizarse”, obtener “libertad” o
“autonomía”. La drogadicción también los induce a las calles, pues en muchas situaciones son
influenciados por malas compañías o por
el entorno en el que viva. Al consumir estas sustancias psicoactivas, el
niño genera ciertos comportamientos que
lo hacen alejarse del seno familiar y los lleva a las calles. Por otra parte,
algunos viven algo peor, como ser
abandonados por sus padres, ser echados de sus casas, o la muerte de sus padres, que en muchos casos,
no tienen quien los cuide o les brinde los recursos necesarios para su formación.
Varios niños viven con sus padres en la calles, pero
en la mayoría de los casos, todo el núcleo familiar vive en las calles, por el
desplazamiento forzado que se genera en
Colombia a causa de la guerra civil; Ezequiel Velásquez (Gran Gamín. Ejemplar 1.Introducción) expone que cuando la violencia asecha y enluta a las
personas, se es consciente del destino que hay que emprender en otros lugares
no imaginados para vivir. otros simplemente
han nacido en condiciones de indigencia y viven con alguno de sus padres
o con los dos parientes.
Lastimosamente la vida les cambia desde que hacen
parte de las calles, pues pasa de dormir
en una vivienda a dormir en los andenes, su lugar de aprendizaje deja de ser en
muchos casos la escuela, a ser la calle; y su lugar de aseo es entonces caños,
fuentes o ríos.
Por casos como los mencionados anteriormente, se puede observar cada vez más niños perteneciendo
a las calles de Cali, muchos de estos con edades inferiores a los 15 años.
Según el censo realizado por el DANE (Departamento
Administrativo Nacional de Estadística) en el año 2005 para identificar la cantidad de personas en situación de calle en la ciudad
de Santiago de Cali, se obtuvo que de una población total de 2’423.381 personas que
habitan en Santiago de Cali, el 0,06%
corresponde a los niños y niñas en situación de calle, es decir, 1645
niños en edades promedio entre los 4 y los 17 años. De estos, la mayor parte son
hombres entre los rangos de edades de 15y 17 años y el mayor número de mujeres
oscila entre los 10 y 14 años de edad. Esta es una cifra altamente
significativa, teniendo en cuenta que dicho censo fue realizado hace 7 años. Hacia
el año 2007 el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), presentó unos datos a nivel nacional de la cantidad
de niños que habitan las calles de Colombia; aproximadamente 4457 niños habitan
las calles de las 16 principales ciudades del país. Entre estos el 81% de los
niños tiene entre 12 y 17 años de edad. El otro porcentaje (19%) pertenece a
los niños menores de 12 años, que son aproximadamente 171 niños y niñas.
Al ver estas cifras con sus respectivos rangos de
edades, se puede observar que los niños de 0 a 11 años son escasos, y en
muchos casos, estos viven con sus padres
en las calles. Pero el promedio de edades realmente preocupante, es el rango de
12 a 17 años, donde se percibe un crecimiento fuerte de niños en estado de
indigencia, que en la mayoría de los casos han llegado a las calles por los
motivos mencionados anteriormente.
Es impactante como
personas menores de edad sobreviven, en especial al tener conocimiento
de la vulnerabilidad que estos seres tienen en las calles. Constantemente los
caleños ven niños vendiendo en los semáforos, robando, prostituyéndose y
haciendo cualquier tipo de labor para
sobrevivir.
Los niños al estar solos, recurren a cualquier método
posible para conseguir alimento, que en
muchos casos se convierte en una botella de solución, o cualquier tipo de
sustancias psicoactivas. Algunos niños piden
dinero o algo de comida a las personas que transitan las calles de Cali,
ellos se acercan a lugares como
restaurantes, semáforos, cafeterías o en ciertas vías importantes de la ciudad.
También venden productos en los
semáforos como chicles, bombones y otro tipo de dulces, o simplemente realizan acrobacias mientras cierto semáforo
se encuentra en rojo.
Otros recurren a métodos más bajos para sobrevivir,
entre esas esta vender droga en ciertas zonas de la ciudad a cualquier hora.
Hay quienes terminan siendo sicarios,
pues deciden empuñar un arma y dispararle a otro ser humano, a cambio de cualquier
cantidad de dinero. Se ven a diferentes niños forzados por sus padres o protectores, o
sencillamente por hambre, venden su cuerpo a cualquier persona y desde $2000
pesos o cualquier pedazo de refrigerio, por ropa, implementos de aseo o por
cierta cantidad de droga.
Además de vulnerar sus derechos, estos niños se
exponen a cualquier tipo de riesgo con tal de cumplir con su trabajo. En el
caso de los niños que piden limosna o trabajan en los semáforos, se exponen a
ser atropellados o a lastimarse al realizar las acrobacias. Los niños que venden
sustancias psicoactivas, están propensos a ser capturados por las autoridades,
o a ser maltratados por los clientes o por quien lo utiliza para transportar
las sustancias y venderlas. Quienes empuñan las armas, en el peor de los casos
pueden ser asesinados en un cruce de disparos o también puede lo pueden
capturar. Quienes venden su cuerpo, corren riesgos de contraer enfermedades venéreas y cualquier
tipo de maltrato por parte de los clientes. Ante estas situaciones, los niños,
en la mayoría de los casos terminan con problemas psicológicos al participar en dichos actos tan deplorables y
con pensamientos de lo poco que vale la vida, pues la frialdad con la que realizan dichos actos, los lleva a
ver el mundo desde otra perspectiva.
A pesar de las circunstancias tan nefastas y deplorables en las que se
encuentran estos niños, hay entidades gubernamentales y no gubernamentales que
están interesados en ayudar a estas personitas a nivel psicológico,
orientativo, educativo y rehabilitarlos (en el caso que este consuma drogas). Entre
las entidades que están interesadas en ayudar a esta situación se destacan la
arquidiócesis de Santiago de Cali, que auxilia a estos niños por medio de
su fundación samaritanos de la calle.
Esta fundación está conformada por
aproximadamente 630 voluntarios de diferentes edades, dedicadas a brindar las
ayudas necesarias a las personas en situación de calle. Esta fundación brinda servicios a los indigentes como:
alimentación, jornadas de salud,
hospedaje para niños y mujeres, orientación psicológica. El propósito de
dicha fundación es ayudar a que los indigentes puedan salir adelante por sus
propios medios, de una manera sana y adecuada. También, la fundación no gubernamental, Cali sin
hambre, se dedica a brindar contribuciones alimenticias y ofrecen esperanza y
fe por medio de la palabra de Dios. Dicha fundación ayuda a las personas que se encuentran en el sector
del calvario, una de las zonas más afectadas por la indigencia.
No solamente existen fundaciones dedicadas a combatir
o disminuir la indigencia, así mismo hay programas o proyectos que se realizan
en diferentes zonas de la ciudad. Estos programas son: Proyecto “panica”,
liderada por los miembros de la Cruz Roja Colombiana, este proyecto es pensado
para los niños en situación de calle, reuniéndolos en un lugar del sector el calvario para realizar actividades
lúdicas y creativas, al que asisten una vez al mes aproximadamente 100 niños
del sector. El programa “Bibliogueto”, la cual es liderada por un grupo de
jóvenes que llevan libros a zonas como el barrio Petecuy para que los niños
realicen lecturas y aprendan cosas diferentes a las que ven en las calles.
Soñadores al piso es un programa gubernamental auspiciado por el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y administrado por la fundación para el
desarrollo de la educación (funda PRE) y la fundación BISCONIA, que tienen como
fin ayudar a que los niños que se encuentran en las calles, aportando por medio de consejos y orientaciones, a que
los niños mejoren su calidad de vida y decidan dejar las calles por regresar al
estudio y a sus hogares. El programa ANDARINES, fue un proyecto
establecido dentro del plan Cali social,
realizado durante la administración del ex alcalde John Maro Rodríguez. Este
proyecto se basaba en 3 aspectos: Pedagogía, apoyo socio-familiar (vinculo de
los niños en la sociedad y la familia), comunicaciones a la sociedad
(sensibilizaciones a la sociedad por
medio de campañas de información).
A pesar de la colaboración que estas organizaciones
brindan, no es suficiente para erradicar
esta situación que les incumbe a todos los ciudadanos. Es difícil que estas personitas logren salir del
mundo en el que se encuentran consumidos, pero con ayudas como las expuestas
anteriormente es probable que en un futuro los caleños tomen la conciencia
necesaria, que les ayudará a ver la realidad del problema y que brindará las posibles soluciones para que
desde el seno del hogar se pueda aconsejar y orientar de manera adecuada a cada
menor de edad para que no cometa el error de terminar en situaciones como la
que viven estos niños de la calle.
Para apaciguar
esta situación, sería importante intervenir con orientadores en zonas donde se
encuentre un bajo nivel social y una baja formación educativa. Esta podría ser una
forma para disminuir el flagelo que se vive en la comunidad caleña. Por eso es
importante que se analice la importancia que tiene esta situación y las
posibles soluciones que se le puedan presentar, pues lo único que se necesita
es conciencia por parte de los caleños.
N° de palabras: 2200
Bibliografía
GRANADOS Marcos
F. Gamines. Ejemplar 1- segunda edición. Editorial Temis. Bogotá- Colombia.
POJOMOVSKY
Julieta (2001). Cruzar la Calle. Tomo 2. Buenos Aires. Editorial Espacio.
VELÁSQUES
Ezequiel. Gran Gamín. Ejemplar 1. Cali-Colombia